España avanza despacio en las políticas 'verdes'
- Suspende en todos los apartados salvo en energías renovables
Salvo a algunos «destacables» avances, España camina hacia la sostenibilidad a paso de tortuga. Ni en consumo energético, ni en transporte ni en residuos ni en preservación de los espacios naturales nuestro país alcanza la media comunitaria, según el IV informe del Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE).
Es más, incluso propone que la recién aprobada Estrategia Española de Desarrollo Sostenible sufra «una reorientación ante la nueva crisis», como señaló Luis Jiménez Herrero, el director de este organismo de vigilancia ambiental vinculado a la Universidad de Alcalá de Henares.
Una revisión para que las políticas sean más transversales, el abandono de subvenciones «nefastas». También porque «aparecen nuevas categorías de exclusión social y las tasas de riesgo de pobreza persisten».
Los datos que ha revisado para poder evaluar la sostenibilidad de nuestro país, basados en 51 indicadores significativos, arrojan resultados mediocres en casi todos los apartados.
Así es cuando analiza el uso del agua y su regeneración. España sólo se consigue depurar el 78% de sus aguas residuales, aunque hay proyectos para llegar a una cifra de hasta el 93%, más en consonancia con los datos de los países vecinos.
En energía seguimos siendo un país altamente dependiente. Importamos un 81% de la energía que consumimos. «Tenemos un consumo energético insostenible», señaló Luis Jiménez. Según los datos aportados, se sigue incrementando el consumo, pese a los avances realizados en eficiencia energética.
Energías renovables
Es precisamente en producción eléctrica de fuentes renovables, donde está uno de los pocos datos positivos del informe, con inyecciones de electricidad a la red de algo más del 20% el año pasado. No obstante, el informe urge a reducir la dependencia exterior.
La OSE resalta como positivo el dato de reducción de emisiones en el año 2008, aunque se deba en gran medida a la crisis económica. En su informe confía en que este camino continúe «por una senda más sostenible en el escenario de la recuperación económica».
También destaca que tanto el Gobierno como las empresas ya han desembolsado 479,8 millones en la compra de derechos de emisión de dióxido de carbono en los mercados internacionales para compensar su exceso frente a los compromisos de Kioto.
Otro riesgo persistente de insostenibilidad es en el capítulo de los residuos. En 2006 y 2007 ha vuelto a aumentarse la generación de ellos hasta situarse en 24,5 millones de toneladas al año. Las cifras «suponen un riesgo de insostenibilidad persistente, especialmente para las ciudades». «Se recicla poco en España», según Jiménez.
En cuanto al transporte, el informe resalta que los españoles utilizan masivamente (78%) el vehículo privado en trayectos de más de 50 kilómetros. Quizá sea en este sector donde más avances se deban realizar.
Con respecto al turismo sigue en vigencia el modelo de la litoralización con cientos de miles de viviendas de segunda residencia desocupadas la mayor parte del año. En lo que respecta al turismo interior, se han detectado casos de masificación y grandes complejos con importantes impactos.
Pero tampoco va bien en la protección de la biodiversidad. Pese a que se registran menos incendios y hay un número creciente de espacios protegidos, «aún existen zonas con alta concentración de vertebrados amenazados cuyos hábitats no están protegidos», señala el estudio.
Por último, el informe de OSE, asegura que «las políticas ambientales son probablemente las políticas económicas contra las crisis más inteligentes para generar más prosperidad y empleo de calidad»
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