El número de víctimas fatales sigue aumentando, y se ha convertido en la peor catástrofe del país. Numerosos focos de fuego continúan ardiendo en Melbourne
Los devastadores incendios forestales en Australia dejaron al menos 173 muertos, según el recuento difundido el martes, más del doble de la cantidad de fallecidos en los graves incendios registrados en el país en 1983.
Las autoridades de la ciudad de Melbourne informaron que excavadoras del ejército están abriendo camino para que los equipos forenses ingresen a aldeas que quedaron aisladas por las llamas, que comenzaron el sábado, según reportó la agencia alemana DPA.
En Strathewen, localidad en la que viven sólo 450 habitantes, se hallaron hasta el momento 26 cadáveres.
Los incendios forestales, comunes en el tórrido verano de Australia, causaron 75 muertes en 1983 y se teme que cuando se haga el balance final del fuego de este fin de semana al norte de Melbourne deje una cantidad que triplique aquella.
Al menos 750 casas fueron destruidas, 350 mil hectáreas de bosques se quemaron y aldeas enteras quedaron aisladas.
En los populares centros de montaña de Kinglake y Marysville, a 100 kilómetros al noreste de Melbourne, prácticamente no quedó ningún edificio en pie.
Marysville fue declarada "escena del crimen", porque la policía cree que los incendios fueron intencionales. La policía indicó que la mitad de los focos fueron provocados deliberadamente.
La compañía de seguros Allianz calcula que las pérdidas para esa actividad podrían alcanzar 500 millones de dólares australianos (325 millones de dólares estadounidenses).
Se estima que el fuego arderá durante semanas, por lo que fueron convocados bomberos de otras partes del país así como del exterior.
Nueva Zelanda se comprometió a enviar a 100 expertos en la lucha contra incendios forestales y un equipo de los Estados Unidos podría llegar a Australia esta semana.
Las autoridades de la ciudad de Melbourne informaron que excavadoras del ejército están abriendo camino para que los equipos forenses ingresen a aldeas que quedaron aisladas por las llamas, que comenzaron el sábado, según reportó la agencia alemana DPA.
En Strathewen, localidad en la que viven sólo 450 habitantes, se hallaron hasta el momento 26 cadáveres.
Los incendios forestales, comunes en el tórrido verano de Australia, causaron 75 muertes en 1983 y se teme que cuando se haga el balance final del fuego de este fin de semana al norte de Melbourne deje una cantidad que triplique aquella.
Al menos 750 casas fueron destruidas, 350 mil hectáreas de bosques se quemaron y aldeas enteras quedaron aisladas.
En los populares centros de montaña de Kinglake y Marysville, a 100 kilómetros al noreste de Melbourne, prácticamente no quedó ningún edificio en pie.
Marysville fue declarada "escena del crimen", porque la policía cree que los incendios fueron intencionales. La policía indicó que la mitad de los focos fueron provocados deliberadamente.
La compañía de seguros Allianz calcula que las pérdidas para esa actividad podrían alcanzar 500 millones de dólares australianos (325 millones de dólares estadounidenses).
Se estima que el fuego arderá durante semanas, por lo que fueron convocados bomberos de otras partes del país así como del exterior.
Nueva Zelanda se comprometió a enviar a 100 expertos en la lucha contra incendios forestales y un equipo de los Estados Unidos podría llegar a Australia esta semana.
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