- Un estudio constata la pérdida de hielo en Groenlandia y la Antártida.
- El Ártico en septiembre tiene un 40% menos de hielo que hace 30 años.
- El calentamiento ha afectado tres veces más a la Península Ibérica.
El cambio climático es más grave de lo que se creía, según las nuevas pruebas de la mayor investigación internacional de los últimos 50 años en las regiones polares, auténticos barómetros del calentamiento de la Tierra.
Durante dos años, unos 10.000 científicos de más de 60 países llevaron a cabo el llamado Año Polar Internacional (API), una campaña de investigaciones científicas intensivas en el Ártico y la Antártida.
"El impacto de la situación en los Polos se transmite a todo el planeta, y en estos dos años se ha constatado que el grado de calentamiento, de retroceso del hielo y de pérdida de masa, incluso en las capas profundas es mucho más importante de lo que se creía", dijo el científico español Jerónimo López Martínez.
Más extendido
Las conclusiones del API destacan que el calentamiento en la Antártida está mucho más extendido de lo que se pensaba y que el hielo de Groenlandia se funde cada vez más rápido.
La elevación del nivel de los mares es una de las manifestaciones del cambio climático que más preocupan a los expertos, por las graves consecuencias que puede tener para algunos países e islas.
Durante las investigaciones también se confirmó que "la extensión del hielo marino perenne en el Ártico en verano se redujo en aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, hasta alcanzar su dimensión más reducida desde que comenzaran los registros satelitales".
"En el Ártico, en el mes de septiembre, hay un 40% menos de superficie de mar helado que hace 30 años, desde que existen imágenes de satélite fiables", señaló López Martínez.
Regiones más sensibles
Aunque el impacto del calentamiento en los polos es planetario, hay regiones más sensibles que otras a este fenómeno. Así, "la Península Ibérica se ha visto afectada por el calentamiento casi tres veces más que el conjunto del planeta en los últimos 50 años", dijo López.
Con los proyectos realizados se obtuvieron pruebas de que "se están produciendo cambios en el sistema hielo-océano-atmósfera del Ártico", un círculo vicioso que supone "la mayor fusión del hielo, que lleva a un mayor calentamiento del agua, esto a una mayor fusión del permafrost, y de ahí a la liberación de metano, un gas que propicia el efecto invernadero", explicó el experto español.
Varios proyectos constataron que el océano Austral se ha calentado más rápidamente que el resto y que las densas aguas profundas que se han formado cerca de la Antártida han perdido salinidad en algunos lugares y se han calentado en otros.